Hoy escribiré con el alma encerrada y apenada;

hoy escribiré en nombre de un país que muere y clama.

Estos versos marcaran la historia compleja, poco entendible

e insatisfecha, donde los propios vivientes son tercos,

inconscientes y egoístas; no sé, si será por naturaleza o

aprendieron que las leyes favorecen a los culpables.


 

Quizá este sea el poema que no cumple con las reglas,

es que a veces la rima me compromete, y no puedo plasmar

lo que el alma siente. Soy poeta solitario, escribo cuando

el alma se siente encarcelada y cuando quiero fluir.

Cuento historias a mi estilo, no importa si esto afecta mi destino.



A pura cuerda y golpe aprenden de esta vida, pero ni eso

los hace conscientes, es triste ver que sus propios padres perdonen

lo imperdonable. Esto me trae recuerdos, cuando mi padre

me castigaba, al igual que mi madre, hoy no tengo problemas

psicológicos, sino que aprendí valores, y ando en busca de

una mejor nación, pero no podré solo, también tienes que ayudar.



Me adentré en el intento, a padecer el fracaso, a pelearme con el

pobre pensamiento, que no tiene flujo crítico, ese que es facilista,

aquel que no soluciona problemas, sino que busca otras decenas.

A golpe de tambores, se regocija mi alma, a golpe de sonetos, lloro

por amor y nadie me calma.


 

Lucho con mi propia soledad, porque no hay muchos

que quieran luchar por una mejor sociedad, pero me arriesgo

a perderlo todo; no importa, al final el día de mi muerte nada

llevaré, me iré en un ataúd, eso sí me lograran encontrar.

Capaz que moriré al medio del cenagal y me hundiré.



Autor: Jeylen Mixan Portocarrero

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